A ellas (presumo que a ellas)
Amadas, amigas, compañeras...
a las que me aprecian,
a las que dicen apreciarme,
a las que me quieren a medias,
a las que me amaron con predicción
de fácil olvido,
a las que me tienen antipatía,
A mis chicas taciturnas,
a mis dulcemente neuróticas,
a mis muy emocionales
e irremediablemente románticas
(aunque a veces no lo reconozcan así),
a mis deliciosamente pasionales.
A esas que amé a pesar de sus
indescifrables deseos,
a mis amigas de incalculable
interpolaridad,
aquellas que no temen al tiempo
ni a la soledad.
A las que parece gustarles
andar estrelladas,
a las que disfrutan
del impacto emocional
sin importar consecuencias.
Y es que me gustan
a pesar de todo,
de sus vaivenes,
de su interpolaridad,
de su gusto desmesurado
por los sueños,
a las pintoras de angustias,
a las poetisas de teoremas,
tan intricados como sus vidas,
a las mujeres que gustan
usar mi cabeza como un yoyo...
A ellas,
mis preciadas y muy amadas.
Mórbido vuelvo a ustedes.
A las que parece gustarles
andar estrelladas,
a las que disfrutan
del impacto emocional
sin importar consecuencias.
Y es que me gustan
a pesar de todo,
de sus vaivenes,
de su interpolaridad,
de su gusto desmesurado
por los sueños,
a las pintoras de angustias,
a las poetisas de teoremas,
tan intricados como sus vidas,
a las mujeres que gustan
usar mi cabeza como un yoyo...
A ellas,
mis preciadas y muy amadas.
Mórbido vuelvo a ustedes.