Siempre, siempre disfuncionales,
desadaptados, anti protocolares,
iconoclastas de fantasía,
siempre queridos, siempre odiados,
antipáticos de por sí,
caprichosamente y hasta patológicamente
solitarios.
Autistas con habla,
peritos del soliloquio,
detestables a ratos,
rarefactos de toda la vida,
gañanes poéticos,
bohemios de plazoleta,
desterrados del PBI y el
ingreso per cápita,
fogosos en el sexo,
faltos de inteligencia para
las mujeres,
pedófilos en teoría,
amantes frustrados,
misogámicos,
misóginos por desamor,
allí están en la plazoleta
transformando el mundo
con el alcohol y la palabra,
resignados hasta la desesperación,
esperpénticos pero amigos,
mis amadamente taciturnos,
con todo cinismo digo:
disfuncionales,
mis amadamente disfuncionales.